Ayer el día transcurrió bien, tengo los volantes del traje de flamenca de Marita terminados. Me quedan los de las mangas. Vimos un par de pelis y tuve una videollamada con Sol y le enseñé la casa.
Hoy quiero empezar con las clases. Mias y de los niños. Me voy a dar un baño que no sé la última vez que me metí en la bañera y después despertaré a los niños desayunaremos y empezaremos el día estudiando. Quiero pintar un pájaro cada día un reto que me ha propuesto una amiga.
Esta mañana, he visto un mensaje, un vídeo muy bonito de los médicos agradeciendo que nos quedemos en casa. Era del hospital Virgen del Rocío. Neonatos. Mi hijo Emilio estuvo un día ahí. No quiero ni pensar en como se tienen que sentir esos padres, viendo que la vida de sus bebes pende, hoy más que nunca, de un hilo.
Yo tengo suerte, en casa no vamos a sufrir directamente cambios en nuestra economía, ninguno tenemos la obligación De ir a trabajar, nos mantenemos a resguardo. Y el que corre más peligro de nuestra gran familia es mi padre y no está solo. Esperemos que de esta prueba que nos pone la vida, salgamos más reforzados y le demos importancia a lo que de verdad la tiene.
LA LIBERTAD.
Feliz lunes de encierro.
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