Si ayer fue un día duro... hoy he pasado bastante miedo, me he debatido con mi conciencia largo y tendido, entre el egoísmo y el altruismo, el deber y el poder, dar y recibir, bondad frente a inconsciencia... y es que mi marido es todas esas cosas buenas, es altruista y buen amigo, es desinteresado y amable con todos da a manos llenas y comparte todo lo que tiene, yo soy mas precavida, previsora y quizás también más egoista. Normalmente él siempre gana, siempre se da, aunque yo de primeras tire para mí y diga NO, al final damos y compartimos porque yo sé que eso es lo que se debe hacer, o simplemente porque le he ido encontrando el gusto, porque muchas veces se disfruta más cuando lo que se tiene se comparte y eso en gran medida lo he ido descubriendo a su lado.
El problema ha llegado hoy, cuando sin previo aviso, sin haberme consultado ni comentado nada para que yo hubiera ido madurando la idea...de pronto se ha levantado temprano y me ha dicho que se iba al hospital, que tenia que ir a llevarle a nuestro amigo unas cosas que le había dicho su mujer. Primero iba a ir a recogerlas a su casa porque lógicamente ella está en cuarentena y no puede salir. A mi, casi me da un ataque porque yo entiendo que ellos están solos, no tienen aquí familia, y para eso están los amigos, pero es que mi marido tiene un tratamiento con inmunodepresores, es decir, no tiene defensas en su organismo o las tiene al mínimo, además estamos en contacto con mi padre que tiene ya 86 años y mi hijo hace unos meses fue operado de un pulmón porque tuvo un neumotorax. Por todo ello, yo pienso que esta familia debe intentar no exponerse al virus bajo ningún concepto, y por ello llevo 12 días sin salir salvo a lo mejor dos días que he ido a comprar para ver a mi padre y a mi hijo sin acercarme y con todo el cuidado del mundo y ahora de buenas a primeras que mi marido me dijese que se iba al hospital... me ha dejado en shock.
Por supuesto ha ido.
Yo me he quedado agobiada, desolada, abrumada, el techo me pesaba más que una losa y mi mente se debatía entre lo que es hacer el bien y lo que no. He llegado a la conclusión de que verdaderamente si hace las cosas con cuidado que no lo dudo, no tiene porqué estar expuesto, que más se exponen todas las personas que están trabajando en un hospital que están allí todos los días, que es una necesidad, que es algo que tiene que hacer y que la bondad debe prevalecer. Rezaré para que no se infecte y para que nuestro amigo se cure pronto, es lo que está en mi mano. Los médicos después de pasar horas y horas en un hospital vuelven a sus casas con sus seres queridos, mi marido no es médico, simplemente es una buena persona que ha ido un día y sólo un día con su mascarilla y sus guantes y a hacer un favor. Dios quiera que todo vaya bien. Confío en él. (En Dios también, pero me refería al buen hacer de mi marido ).
Cuando llegó a casa echó toda la ropa a lavar.
De todas formas a mis hermanos no les he dicho nada, no quiero oir lo que piensan y no quiero agobiarlos o asustarlos más de lo que están. Estoy segura que no me leerán, no suelen pasar por aquí.